Vamos a iniciar este articulo definiendo el término gula, proviene del latín gluttire, que significa engullir o tragar alimentos de manera excesiva o sin medida.
Algunos perros pueden, por diversos motivos, sufrir de este particular pecado capital lo cual, para algunos propietarios, puede ser un problema además de generar problemas de salud en su mascota.
El mayor problema radica en las consecuencias nefastas que la obesidad tiene en la salud de nuestras mascotas, siendo las más frecuentes, las enfermedades articulares, cardiovasculares y endocrinas. Un perro obeso es el reflejo de un perro enfermo lo cual se traduce en una mala calidad de vida y una disminución de la esperanza de vida. Generalmente el aumento de peso se debe a un desequilibrio entre la ingesta y la utilización de energía, siempre asociado a comportamientos sedentarios.
Es de vital importancia tener muy en cuenta la alimentación de nuestro perro en las primeras etapas de desarrollo, un cachorro obeso será un perro adulto obeso.
Si por el contrario mantenemos una rutina de alimentación adecuada, si suministramos una dieta balanceada y de buena calidad, ajustando la dosis a la edad y peso de nuestra mascota, las probabilidades de que nuestro cachorro sea un perro obeso disminuirán significativamente. El ejercicio será una disciplina infaltable en la vida de nuestros perros y al igual que la dieta este deberá ser ajustado a la etapa y condición del animal.
Idealmente para controlar la gula de tu mascota recomendamos que incorpores horarios de alimentación, enseñale a mantener la calma a la hora de comer y si lo ves agitado o ansioso esperá a que este calmado para darle su alimento. Si el problema es que come con mucha ansiedad y/o rapidez puedes utilizar un tipo de plato especial para estos casos, el cual impide que la mascota pueda llevar grandes cantidades de alimento al mismo tiempo a su boca.
Consulta a tu veterinario de confianza las herramientas que te faciliten controlar la gula de tu mascota.